Líneas desde Camagüey

Este es el segundo libro de Almanza en Memoria y uno que nos orgullece publicar, por ser la obra de un pensador que reflexiona desde el interior de la isla, con una pasmosa lucidez sobre el destino de Cuba y los cubanos. Oigámosle en el comienzo de las Líneas:

«Hablaba yo mucho de niño en clase, porque la clase era intolerable y yo era un alumno modelo: me castigaban pues a hacer líneas. Después de la prisión pedagógica, tenía que escribir cien veces: No debo hablar en clase. Pero desde luego yo seguía hablando y he seguido hablando todo el tiempo de forma escandalosa en la clase intolerable de régimen político que me ha tocado vivir, y he seguido haciendo líneas de castigo, y otras por obediencia a la verdad que está en mí y me obliga. Hacer líneas se me ha vuelto un oficio de liberación y de salvación».