Maykel «Osorbo»: rap de la libertad 

Redacción de Memoria Cívica 

 

Maykel Castillo Pérez, alias «Osorbo», es quizás el rapero cubano que más veces ha sido arrestado por el régimen, en menos tiempo. Aunque ahora se le conoce como un preso político de la dictadura y coautor del tema merecedor de un Grammy, Patria y Vida, hasta 2019 Maykel era otro artista underground, luchando por el reconocimiento que en Cuba es monopolio de instituciones y organizaciones ideológicas. 

En 2019, Maykel, con varios premios en el festival de hip hop Puños Arriba, decidió levantar su voz contra el decreto 349, mordaza cultural que un año antes había impuesto el estado cubano contra la creación libre. De ese acto de valentía fue a parar a prisión con una condena de año y medio de privación de libertad. Sin embargo, al salir en 2020 incrementó sus críticas al sistema con transmisiones en las redes sociales, lo que le costó el récord de más de un centenar de arrestos en apenas dos años. 

Entonces integrante del Movimiento San Isidro (MSI), el rapero acompañó al grupo de artistas independientes en cada una de sus protestas, hasta formar parte de la huelga de hambre que conmocionó a la opinión pública en noviembre de 2020 y llevó a decenas de otros creadores a manifestarse frente al Ministerio de Cultura. Dentro del MSI, Maykel fue, junto a Luis Manuel Otero Alcántara, de los que llevaron a una práctica reiterada esa forma de protesta extrema. 

La persecusión del régimen contra Osorbo se volvió implacable. Nótese que en 2019 ya lo habían condenado con seis meses de cárcel por encima del año que solicitaba la fiscalía. Pero también aumentaba el apoyo popular al MSI y especialmente a Maykel, que había logrado grabar temas explícitamente contestatarios como Diazcarao y De qué me van a hablar. 

El rap de Osorbo y su colega, Eliecer Márquez Duany, alias «El Funky», dejaba atrás el doble sentido de la canción protesta en Cuba y se erigía como un grito de libertad en la cara del nuevo dictador, Miguel Díaz-Canel: “Un partido comunista, un gobierno mentiroso / una libertad en cadenas y un sistema doloroso. / Usted es un ladrón consiente, delincuente”. 

El arresto definitivo de Maykel estaba por llegar, pero el intento de la policía por detenerlo el 4 de abril de 2021, concluyó en la resistencia del rapero y una foto icónica, donde se le ve alzando un puño con las esposas alrededor de la muñeca derecha. Una multitud de personas protegió a Maykel en su resistencia y la patrulla de la policía debió retroceder. El acto, no obstante, aceleró su sentencia. En apenas un mes, Maykel fue procesado y posteriormente conducido a la prisión de máxima seguridad y severidad del kilómetro 5 y medio, en Pinar del Río. 

Desde la celda el rapero tuvo conocimiento de las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J) y cómo algunos de sus amigos, Luis Manuel Otero entre estos, fueron detenidos y procesados. Junto a Luis Manuel, Maykel fue enjuiciado en 2022. Su condena fue de nueve años de privación de libertad por los presuntos delitos de desacato, atentado, desórdenes públicos y difamación. 

Maykel ha sido clasificado como preso político y de conciencia por varias ONG de defensoras de derechos humanos, como Prisoners Defenders y Amnistía Internacional. Su caso, junto al informe de vejaciones de sus derechos en presidio, es una denuncia constante de la sociedad civil de cubanos libres ante organismos internacionales como Naciones Unidas. 

Sin embargo, el régimen ha hecho caso omiso de estos reclamos y sólo recientemente, en una ambigua negociación con la administración Biden y la Iglesia Católica, promete poner en libertad a un grupo de presos políticos, de los que aún se desconocen nombres y destinos. 

Mientras, desde la cárcel Maykel Osorbo sigue componiendo canciones y sostiene como principios de su lucha, aquellas letras de uno de sus hits más populares: 

«Estamos puestos./ Pacíficamente, pero cueste lo que cueste./ Nosotros no decimos mentiras, pero no callamos verdades./ Ahora mismo yo no quiero diálogo / que no sea libertad, libertad y más libertad”. 

Conviene recordarlo.