Profesores de la Escuela Profesional de Periodismo "Manuel Márquez Sterling" en la visita del ministro Luis Casero (cuarto de izquierda a derecha), octubre de 1951 (tomada del repositorio digital de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí).

✍ Waldo Fernández Cuenca

Reconocimientos, Iniciativas y merecido prestigio

Una de las mejores épocas de aquella insigne escuela sería bajo la dirección del notable periodista matancero Octavio de la Suareé, designado secretario en 1944 y quien llegaría a ocupar el cargo de Director de la Institución entre 1949 y 1952, de la Suareé organizó los archivos de la Escuela y como director logró la cesión de una parcela de terreno para la construcción de un nuevo inmueble para la Escuela, además creó premios de estímulos para los estudiantes y una pinacoteca. A su iniciativa se debe un excelente ciclo de conferencias a los estudiantes por varios de los periodistas más prestigiosos de aquella época. También con textos de este periodista funcionaron cuatro cátedras en la Escuela, fueron ellas las de Psicología, Moralética, Socioperiodismo e Idioma Francés.

Aunque ninguno de los entrevistados recuerda la creación de premios de estímulo a los estudiantes, la valiosa compilación anual El Periodismo en Cuba de 1949 da fe de la existencia de esos estímulos[1]. Ocurrió por vez primera ese año por iniciativa de Miguel Ángel Quevedo, dueño de la revista Bohemia y del periodista Julio González Rebull. Le fueron otorgados a varios alumnos por sus altas calificaciones como graduados un Diploma y premios en metálico por la cifra de 50 y 100 pesos, pero al parecer estas distinciones no se convirtieron en una práctica sistemática.

Ese mismo año le fue otorgado al mejor expediente del curso una beca para estudiar en una universidad de Estados Unidos y existió un convenio entre la Alianza Francesa y la Escuela para que los mejores expedientes de cada graduación perfeccionaran sus conocimientos de periodismo por un año en París. Esa beca la ganaron los graduados Blanca Nieves Tamayo y Lisandro Otero (hijo).

Por otra parte, totalmente olvidadas se encuentran el ciclo de conferencias impartidas en el salón de Actos de la Escuela en los años 1950 y 1951, dichas ponencias versaron sobre los “problemas y características de la prensa de nuestro tiempo” y fue inaugurada por el Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango quien disertó sobre la importancia de la prensa en la sociedad moderna. Participaron en este ciclo reconocidas plumas como Gastón Baquero, Rafael Marquina, Armando Suárez Lomba y Arturo Alfonso Roselló, entre otros, y sus charlas se enfocaron en temas medulares como la importancia del periodista y el periodismo en las sociedades democráticas, la libertad de prensa, la relación entre prensa y público y la necesidad de un Código de Prensa para la regulación de los medios. Todas las conferencias conservan una vigencia incalculable y constituyen un material docente de alta calidad digno de ser estudiado por los estudiantes de periodismo que salen de la actual Facultad de Comunicación Social. 

De igual manera por iniciativa del Claustro de Profesores y auspiciado por el Ministerio de Educación en la “Márquez Sterling” se inauguró en diciembre de 1950 una pinacoteca con retratos de los más grandes periodistas cubanos hasta esa fecha, en los cuadros al óleo estaban representados Manuel Márquez Sterling,  José Martí, José María Heredia, Rafael María Merchán, Manuel Sanguily, José de Armas y Cárdenas (Justo de Lara), Juan Gualberto Gómez, Gastón Mora y Pablo de la Torriente Brau y todos salieron de las manos de reconocidos pintores como Esteban Valderrama, Carlos Enríquez, Víctor Manuel, Carmelo González, Jorge Arche, Luis Alonso, Enrique Caravia y Jorge Rigol.

A lo largo de su existencia en la “Márquez Sterling” vieron la luz varios periodiquitos hechos por los estudiantes y en su mayoría de efímera duración, cabe resaltar Escuela, el primer ejemplar de la Institución editado en agosto de 1944, seis años después varios alumnos concibieron un pequeño diario titulado Noticias del Día a imprimirse en los talleres del periódico La Calle, pero la experiencia fracasó en pocos meses[2]. En 1953 surgió Democracia más la falta de anuncios imposibilitó su duración[3] y en 1959 nació Momento enfocado en temas estudiantiles y la vida interna de la Escuela, del cual apenas salieron dos números[4].  

La Escuela alcanzó un alto prestigio a nivel continental pues la Universidad Católica del Perú se inspiró en la “Márquez Sterling” para fundar una semejante en la nación andina y el primer director de la Escuela Víctor Bilbao fue invitado en 1947 por la Asociación Venezolana de Periodistas para asesorar la creación de una Escuela similar en la nación suramericana[5], otros países de la región como Chile y Uruguay tomaron como ejemplo la escuela cubana para fundar centros educativos dedicados a la enseñanza del periodismo.

A aquella escuela le cupo el alto honor de ser la escogida para la cancelación del primer sello postal que existió en Cuba de inspiración genuinamente periodístico hecho con la imagen de Manuel Márquez Sterling y emitido en 1946 con más de dos millones de copias, de esta manera se hacía realidad la propuesta impulsada por Octavio de la Suareé desde las páginas del periódico Avance.

A diferencia de la Universidad de la Habana la Escuela de Periodismo nunca cerró durante la convulsa década del 50, en ella coexistieron diferentes tendencias políticas dentro del alumnado, pero afortunadamente la docencia no se vio afectada por la crisis política que vivía el país. Con la irrupción del proceso revolucionario de 1959 muchos de los viejos profesores de la Escuela abandonaron el país, lo que unido al cierre de varios periódicos en 1960 conllevó a que el nuevo Ministerio de Educación decidiera cerrar las Escuelas de Periodismo de provincias y dejar solamente la de la capital del país[6]. Luego, la paulatina adopción del sistema de prensa del campo socialista era incompatible con los objetivos por los cuales había sido fundada la “Márquez Sterling”, por lo cual sus días estaban contados y la última graduación ocurriría en febrero de 1962. Como dato docente curioso puede anotarse que en esos años impartió clases de Historia Antigua el famoso novelista Guillermo Cabrera Infante[7].

Una Escuela Inolvidable

A medio siglo de desaparecida ¿Cómo recuerdan algunos de sus estudiantes a la “Márquez Sterling”?

Con visible orgullo Marta Rojas afirma que las clases “eran extraordinariamente atractivas porque todos los profesores trabajaban como reporteros, editorialistas o jefes de información en los diarios, hacían periodismo diario y activo y te enseñaban muchas de las maldades del oficio”. José Gabriel Gumá nunca olvida las clases prácticas porque eran un gran ejemplo para los jóvenes estudiantes y te ponían a prueba como reportero. En su opinión aquella fue una buena Escuela de Periodismo.

Muy ilustrativa considero la opinión de Miguel Comellas Dopico, estudiante de la última graduación y por muchos años subdirector de Granma Internacional, Dopico considera que “en la “Márquez Sterling” te enseñaban los secretos de un periodista como por ejemplo nunca botes un papel porque si después necesita un dato de ese papel, ya lo perdiste. No regodees, ve directo al grano. Si vas a ser una entrevista cerciórate de estar preparado y seguro, no fumes delante de la persona que entrevistas, trata de presentarte de un modo agradable y confiado en lo que vas a hacer y cuando la publiques confirma los datos, fechas y lugares, incluye en la entrevista datos personales del entrevistado y otros detalles de interés humano, eso satisface a los lectores. Todos esos detalles, habilidades de cómo debes actuar y conducirte se enseñaban en aquella escuela. Por ejemplo, también decían que tú debías tener en tu mesa de trabajo un Diccionario de Antónimos y Sinónimos, un pequeño Larousse y un almanaque mundial donde estén la monografía de todos los países, para cuando vayas a escribir de un país puedas enriquecer la información. Eso implica que logres atraer al lector y él va viendo que según va leyendo aprende y así te llega al final de la información”.

Dopico apunta que “con la desaparición de la ‘Márquez Sterling’ y la creación de la nueva Escuela de Periodismo adscrita a la Universidad de la Habana entraron muchos profesores que no estaban vinculados al periodismo. Recuerda que “en la Facultad de Periodismo de entonces no te enseñaban a ser periodista, te daban mucha cultura general, pero como varios de sus profesores no eran periodistas no te enseñaban los gajes del oficio, la maldad que debe tener un periodista. Eso —me confiesa— yo lo viví en carne propia, pues me gradué de la Escuela de Periodismo surgida después de la Márquez Sterling, pero con ninguno de esos profesores de la Universidad en una carrera de cinco años, aprendí como en la vieja escuela, porque aquellos profesores tenían la experiencia, el bagaje y la maldad del periodista que lleva muchos años en esa profesión”.

Como colofón de estos recuerdos me es imposible olvidar el rostro de Graciella Hernández al preguntarle que significó para ella estudiar en la “Márquez Sterling”, a sus 85 años con una convicción estremecedora no vacila en su respuesta: “Ser periodista. En una de las primeras etapas de la Unión de Periodistas de Cuba exigían que para ejercer la profesión debías tener un título universitario y a muchos de los graduados de la antigua escuela le decían que ese título no servía y debías volver a matricular en el nuevo centro que se abrió por aquellos años. Yo planteé que si tenía que volver a estudiar periodismo nunca lo iba a estudiar cómo lo hice en aquella Escuela, porque allí nos enseñaron a olfatear la noticia, a ser un verdadero reportero, a saber dar el llamado “palo periodístico”. Por eso opté por estudiar Historia y no me arrepiento”.

Queden estas letras como el mejor homenaje a una Escuela que nunca desapareció en el recuerdo de sus estudiantes y de la cual Cuba podrá siempre sentirse orgullosa.

Nota: El autor desea expresar su más sincero agradecimiento a todos los que accedieron a ser entrevistados, sin ellos no hubiera sido posible este trabajo.

(Publicado originalmente en Palabra Nueva)


[1] Por un Graduado, “La Escuela de Periodismo”, El Periodismo en Cuba, Directorio del Retiro Periodístico, 1949, p.109

[2] Archivo personal de Jorge Oller, alumno de Técnico-Gráfico de la “Márquez Sterling”.

[3] Archivo personal de Pedro Meluzá Otero, alumno de Periodismo de la “Márquez Sterling”.

[4] Entrevista con Miguel Comellas Dopico, estudiante de la última graduación de la “Márquez Sterling”.

[5] “Invitado nuestro Director, Sr. Víctor Bilbao, para inaugurar la Escuela de Periodismo de la República Venezolana”, El País, 9 de marzo de 1947, p. 1.

[6] “Desaparecerán las Escuelas Provinciales de Periodismo”, La Calle, 27 de mayo de 1960, p. 2.

[7] Entrevista con Miguel Comellas Dopico, estudiante de la “Márquez Sterling”.

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