✍ Alenmichel Aguiló
Para comprender mejor las decisiones de los delegados a la Convención Constituyente de 1900-1901 es imprescindible tratar de conocer el contexto en que fueron tomadas. Sólo así podremos aventurarnos a apreciar sus limitaciones, sus audacias, sus aciertos y desaciertos, y formularnos de un modo menos sesgado e incongruente los tan frecuentemente injustos como inevitables juicios de valor.
Existen tres aspectos a tener en cuenta en este sentido: el ambiente político, la situación económica y el contexto social. En Cuba Constituyente nos disponemos entonces a abordar estos aspectos para intentar atajar tanto al presentismo, esa tendencia a aplicar y proyectar los valores y estándares morales presentes al interpretar el pasado, como al sesgo por resultado, que no nos permite evaluar adecuadamente una decisión sino por un resultado final que en realidad pudo haberse visto influenciado por factores inesperados y ajenos a la calidad de la decisión misma.
No obstante, debemos recordar que en Cuba Constituyente no pretendemos establecer juicios de valor sobre los hechos del pasado más allá de los que resulten necesarios e inevitables. Entendemos la importancia de estos juicios, pero también entendemos que nuestra misión y nuestra ambición no es elaborarlos, sino más bien desmontar aquellos que nos parecen carentes de fundamento y son más bien prejuicios, y ofrecer elementos suficientes para que los miembros de nuestra comunidad puedan debatir y formular nuevos juicios debidamente informados y sobre un fundamento de razonabilidad.
Por todo lo anterior comenzamos una nueva serie dedicada al censo de población realizado en Cuba en 1899. El censo ayudará a comprender la estructura social del país desde problemáticas sensibles para la época como la distribución de la población en la isla, su estructura por edades, la racialidad, las relaciones de género, la distribución de la riqueza, la nacionalidad, etc.
El censo, sin embargo, no sólo es una fuente de información para los que nos asomamos a la historia de ese período, sino que fue instrumental en la realización de las elecciones municipales de 1900 y de las elecciones de los delegados a la propia Constituyente. Con sus datos se diseñaron los distritos electorales, se determinó el número y proporción de delegados por provincias, etc., y esos mismos datos fueron tenidos en cuenta por los delegados para trazar estrategias y adelantar políticas en el seno de la Convención.
Creemos, entonces, que nuestras próximas publicaciones sobre el censo serán apreciadas por los interesados de Cuba Constituyente y contribuirán a definir mejor la siempre borrosa imagen del pasado. Contamos para ello con el informe del censo publicado en 1900, que tiene el añadido de aportar fotos, mapas y gráficos de gran interés y puede ser consultado en el invaluable fondo cubano de la Universidad de la Florida.