✍ Alenmichel Aguiló
Si no eres de Sagua la Grande, o sus inmediaciones, es posible que nunca hayas escuchado el nombre de este delegado. Su corta vida, hay que decirlo ya, giró principalmente alrededor de su terruño sagüero y su provincia. Eso no quiere decir que su impacto no se haya sentido en la política y la historia nacional. Fue una vida corta, centrada en el ámbito de su localidad y su provincia, pero aun así destacó por implantar algunas marcas de precocidad.
Robau nació en 1870, siendo el general más joven de las fuerzas independentistas en la Guerra del ‘95 y el segundo delegado más joven a la Constituyente. Al más joven, Enrique Villuendas, lo conocimos en una ocasión anterior. Robau fue electo a la Convención cuando estaba a punto de cumplir los 31 años. De su vida posterior a este suceso hablaremos en otro momento. Específicamente el 12 de diciembre, cuando se conmemore otro aniversario de su muerte ocurrida en 1909. Era, en ese entonces, el gobernador de su provincia y contaba sólo 39 años.
Ahora toca presentar el currículo del hombre elegido para participar en los debates de la Constitución, tal y como lo habrían visto sus electores. Comencemos por decir que, como en otros casos vistos hasta el momento en nuestra serie sobre los constituyentes, provenía de una familia acomodada. Eran propietarios del Ingenio Santa Rita y de tierras agrícolas en la región de Sagua la Grande. Una región que destacaba, precisamente, por los numerosos ingenios allí construidos.
Como es habitual en estos casos, recibió una educación esmerada. Lo enviaron a cursar el bachillerato en La Habana y luego la Universidad en la que matriculó la carrera de Medicina. Desde que comenzamos esta serie sobre los constituyentes hemos hablado de seis de ellos. Robau es el tercer médico en la lista. Quizá veremos 4 o 5 más en lo que visitamos las biografías de los 31 delegados. (Que serán 32 porque también hablaremos sobre un médico elegido para la asamblea que renunció. Ocupó su lugar el suplente que le correspondía, otro médico. Pero eso lo veremos más adelante).
Quizás si Robau hubiera nacido unos años antes, el destino lo habría llevado a completar sus estudios superiores en Norteamérica o Europa. En el año ‘94, sin embargo, el joven estudiante se encontró con que había una conspiración en marcha y se unió a ella. La conspiración la llevaba a cabo una organización creada en el exilio, y se extendía poco a poco por todo el país. El propósito era alzarse contra España y establecer un gobierno independiente en la isla de Cuba. La organización creada por exiliados se llamaba Partido Revolucionario Cubano (PRC) y agrupaba, paso a paso, al sector independentista de la sociedad.
Cuentan que en una visita al ingenio Santa Rita, el joven Robau tuvo noticia de la conspiración y decidió unirse a ella. Al parecer, varios miembros prominentes del PRC habían visitado Sagua para organizar un núcleo conspirador sin mucho éxito. Entre ellos Juan Gualberto Gómez, un futuro compañero de Robau en la Constituyente.
El joven sagüero se puso en contacto con Nicolás Alberdi, Ricardo Pocurrull y Juan Bruno Zayas, cuyo hermano, Alfredo, también sería delegado a la Convención. El impulso que dio a la trama la presencia de un joven de familia distinguida en la localidad, enseguida se hizo notar. El alzamiento tuvo lugar el 24 de febrero de 1895 en buena parte de la isla. El joven José Luis se pudo alzar al frente de 50 hombres en una de sus fincas pocos meses después, el 5 de junio.
Su carrera a través de los rangos fue meteórica. En diciembre de 1895 se incorporó a la columna invasora en dirección al occidente. Debía operar en la vanguardia bajo el mando del General José Lacret Morlot, otro futuro delegado que ya hemos mencionado en otras ocasiones. De Lacret Morlot hablaremos el día 26 de este mismo mes de octubre cuando conmemoremos su natalicio.
Robau se destacó en el célebre combate de Mal Tiempo bajo las órdenes de Máximo Gómez. Se dice que a raíz de esto obtuvo de las propias manos del generalísimo los grados de Comandante. Entró a La Habana bajo las órdenes de Lacret Morlot, pero Máximo Gómez lo envió de vuelta a Sagua poco tiempo después. Su cometido, en esta ocasión, era mantener viva la rebelión en la zona y en jaque a las fuerzas españolas.
A Sagua llegó para mandar un regimiento, pero muy pronto, ya Coronel, estaría al frente de la brigada que allí operaba. Por fin, fue ascendido a General de Brigada, el más joven de la guerra, cerca de sus 26 años. Superó así al malogrado Juan Bruno Zayas, otro militar médico, que había obtenido el nombramiento a los 28.
El 1 de enero de 1899, el General Robau entró al frente de la brigada que comandaba a su ciudad natal. Se había completado el traspaso de poderes entre España y los Estados Unidos. Estos últimos gobernaban y ocupaban militarmente la isla. En abril, el Gobernador Militar de Santa Clara, Brigadier James H. Wilson, lo puso al frente de las fuerzas del orden en Sagua la Grande. El cuerpo, que sería organizado como Guardia Rural, contribuiría a mantener la influencia de Robau en su localidad y en la provincia en general.
Siendo figura prominente de su terruño, se unió al Partido Republicano Federal de Las Villas que encabezaban José Miguel Gómez y José de Jesús Monteagudo. A diferencia de lo ocurrido en otras grandes provincias como La Habana y Oriente, el Partido Republicano monopolizó la política de Santa Clara. En sus bases programáticas, firmado por Robau junto a otros miembros del partido, proponía lo siguiente:
- Garantizar estrechas relaciones de amistad entre Cuba y los Estados Unidos.
- Acelerar por medios pacíficos la constitución de un gobierno propio.
- Sufragio universal masculino.
- Igualdad ante la ley.
- Libertad individual, de imprenta, reunión y asociación, conciencia y culto.
- Inmigración favorecida por el estado. Preferentemente de familias.
- Legislación para conjurar la crisis del trabajo.
- Reglamentos laborales especiales en relación con la mujer y el niño.
- Establecimiento del Estado sobre la base de la división de poderes.
- Poder legislativo bicameral con la Cámara Baja representando proporcionalmente a la población nacional y la Cámara Alta representando las provincias.
- Establecer tratados de reciprocidad comercial con los principales socios comerciales de Cuba, especialmente Estados Unidos y España.
Los siete delegados electos para la Constituyente por la provincia de Santa Clara estaban en la lista del Partido Republicano Federal de Las Villas. Entre ellos se encontraba nuestro joven José Luis. De sus andanzas en la Convención estaremos hablando en el podcast sobre el tema. En diciembre, sobre su vida posterior y su prematura muerte. Por el momento, ya queda presentado uno de los sagüeros más distinguidos de la Guerra del ‘95, José Luis Robau. Sigan con nosotros.
Fuentes:
[Headquarters Division of Cuba]. Civil Orders and Circulars. 1899; 1900; 1901.
Nohlen, Dieter. Elections in the Americas. A data handbook. Vol. I. Oxford University Press, Oxford, 2005.
Rodríguez, Rolando. Cuba, las máscaras y las sombras. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2007.