José Daniel Ferrer: resistencia a toda prueba

Redacción de Memoria Cívica

Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación a propósito de las denuncias de extrema violencia física, por parte de las autoridades cubanas, contra el preso político José Daniel Ferrer García. El líder opositor cumplirá en diciembre tres años y cinco meses encarcelado, desde que fuera detenido el 11 de julio de 2021 (11J) en el marco de las protestas antigubernamentales que sacudieron al país. 

“El Estado debe garantizar la integridad personal de las personas privadas de la libertad y evitar la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes”, manifestó el CIDH en su comunicado sobre el caso de José Daniel. 

El jueves 21 de noviembre la familia del prisionero supo que este había sido brutalmente golpeado en la cárcel de máxima seguridad y severidad de Mar Verde, en Santiago de Cuba, donde ha estado recluido desde el 14 de agosto de 2021. A sus 54 años, José Daniel ha protagonizado varias huelgas de hambre y protestas contra las condiciones de presidio, lo que ha deteriorado notablemente su salud y su físico. 

“No queremos fotos, no queremos un video, no queremos un mensaje (…) queremos tenerlo frente a frente y que nos diga qué ha ocurrido, qué ha pasado (…) Estamos a la espera, nos pueden detener, pero nosotros seguimos aquí plantados”, denunció Nelva Ismarays Ortega, esposa de Ferrer, en un video donde se le ve junto a dos hijos del opositor, a las afueras de la prisión de Mar Verde. 

Según la información recibida por la familia, José Daniel habría sido trasladado de urgencia, en estado de salud delicado, al hospital de la cárcel de Boniato, también en Santiago de Cuba. Una fuente confirmó a Ana Belkis Ferrer, hermana del opositor, que se encuentra “muy delgado, brutalmente golpeado, con una herida en el rostro”. 

José Daniel Ferrer no es cualquier opositor. Su nombre es conocido por muchas personas en el oriente y otras regiones de la isla. El régimen le teme especialmente por su popularidad como líder al frente de la plataforma opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una coalición de células disidentes que se unieron tras la Primavera Negra de 2003, en la que Fidel Castro intentó eliminar todo rastro de disidencia en Cuba. 

El propio Ferrer, y su hermano, Luis Enrique (actualmente en el exilio), fueron dos de los 75 opositores que la dictadura condenó en ese momento, liberados gracias a la presión europea y la necesidad del régimen de pactar en busca de nuevos socios económicos. José Daniel fue uno de los pocos que decidió quedarse en la isla y seguir haciendo un activismo político cada vez más comprometido con el cubano de a pie. De esto último dan fe las numerosas acciones sociales de la UNPACU en todo el territorio nacional y su alianza con Cuba Decide, un proyecto que pretende instruir a los cubanos en el ejercicio de los derechos fundamentales. 

No en vano la dictadura aprovechó el 11J para finalmente poner tras las rejas al activista. En el momento de su detención, José Daniel cumplía una sanción de cuatro años y medio de reclusión domiciliaria por una presunta alteración del orden público. El 12 de agosto de 2021, el Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba revocó la pena y ordenó su ingreso al establecimiento penitenciario de Mar Verde, donde cumple una condena de cuatro años y catorce días. 

Aunque es alarmante la situación actual del prisionero, esta no es la primera vez que permanece incomunicado de sus familiares y con peligro para su vida en prisión. En 2023, los contactos con el opositor se limitaron a una llamada telefónica el 6 de marzo, visita familiar el 7 de marzo, visita conyugal el 14 de marzo, fe de vida el 22 de junio, 4 de julio y 28 de noviembre. Tras esto, pasaron casi cuatro meses y varias denuncias para que el régimen accediera a dar fe de vida de José Daniel, con una breve visita autorizada a su hija Fátima, que lo encontró en un estado de debilidad física. 

Precisamente lo que el CIDH exige a la dictadura no hacer, «tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes», es una parte de lo que ha debido enfrentar José Daniel en prisión, y como él, otros cientos de presos políticos en Cuba. Pero, cuando muchos han desistido, por la vía del exilio o el silencio, el líder de la UNPACU se ha mantenido firme, en un ejemplo de resistencia a toda prueba que desmiente cualquier calumnia de la dictadura y coloca su nombre entre lo más valioso de la lucha de los cubanos por su libertad.