
El Código de “las familias” cubano, “aprobado” mediante referéndum el 25 de septiembre de 2022, es una ley que regula las relaciones familiares en la isla, reemplazando al anterior Código vigente desde 1975.
A tono con la moda wokista de inicios del siglo XXI, la tiranía castrista lo presentó como una norma más “inclusiva”, “moderna” y progresista (que no es lo mismo que progreso). De otro lado, fue objeto de críticas y resistencia no violenta desde la sociedad civil, por sectores contrarios o alejados del régimen, entre los que ganó protagonismo la Iglesia evangélica, sus miembros y líderes.
Quizá los contenidos que más polarizaron el debate fueron la redefinición de la institución del Matrimonio, incluyendo el “derecho” a la adopción; el concepto de Responsabilidad parental, que sustituyó la figura de “patria potestad” y horadando la autoridad de los padres; la filiación asistida, que mercantiliza la vida de los bebés; la llamada Protección a adultos mayores y personas vulnerables, que en verdad desconectaba al Estado de la responsabilidad de cuidar a los adultos mayores y dejaba toda la carga sobre la empobrecida Familia cubana; y la inyección de la perspectiva (o ideología) de género en diversas áreas.
Con esa nueva carga ideológica, que refrescara el rostro del vetusto y cruel marxismo soviético en la isla, el régimen pretendía lavar su rostro para que Occidente lo aplaudiera, con acceso a fondos, en el concierto de naciones que “respetaba” los derechos humanos.
El régimen promovió activamente el Sí, mientras continuaba reprimiendo libertades políticas y sociales. En ese ambiente, incluso, varios pastores opuestos al Código acabaron detenidos o amenazados con la cárcel. El liderazgo evangélico por el No fue clave para que la norma, aprobada con el 66.87% de los votos válidos sea, aún hoy, el referendo con menor porcentaje de aprobación en casi 70 años.
De otro lado, activistas feministas, Lgbt, socialistas, e incluso varios medios independientes, apoyaron el Sí o lineamientos políticos dentro del Código, alineándose, de facto, junto a la dictadura.
Ahora bien, ¿el Código afectaría derechos de los cubanos o era solo alarmismo conservador? A semanas de aprobado, funcionario estatal Manuel Vázquez Seijido atacó, en lenguaje inclusivo, la libertad de conciencia de los juristas en la isla:
Cualquier negativa por parte de notarixs o registradorxs del estado civil a formalizar matrimonios o inscribir uniones es una violación de los derechos de las personas. Exhorto a quienes experimenten este tipo de negativas a formular las quejas correspondientes ante las instancias que procedan. Este ejercicio contribuirá a que las estructuras del sistema jurídico puedan retroalimentarse en relación con lo que está sucediendo en la práctica y en tal sentido corregir este tipo de errores[1].
¿Qué implicaba “corregir”? ¿Despidos, multas, amonestaciones públicas? La ley no integraba el derecho a la objeción de conciencia, y la Constitución de 2019 la criminalizaba.
En abril de 2023 la niña Katherin Acosta fue citada por la PNR, su cuerpo frágil conducido a un auto policial e interrogada por oficiales de la Oficina de Atención de Menores de Camagüey. Todo en represalia por el anticastrismo de su madre, Marisol Peña Cobas, a la que amenazaban con retirar la “responsabilidad parental” usando el nuevo Código. Katherin tenía siete años[2].
Un mes antes los militares acusaron a Peña Cobas de “actos contra el normal desarrollo del menor”. Su vía crucis acaecía por temas de conciencia, el derecho que reclamó el MoCE desde su inicio: según el Estado, no instruía a su hija en respetar y amar a los Castro y al “presidente” Miguel Díaz-Canel.
“Dios es ser supremo y no obliga a ningún ser humano a venerarlo, porque nos dio libre albedrío. Ningún hombre en la Tierra tiene el derecho ni el poder para obligar a otros humanos a amarlo y respetarlo, menos si no son dignos del amor y respeto que exigen”, escribió Peña Cobas[3].
En junio la policía la forzó a huir de Cuba con su esposo e hija; de no hacerlo, la amenazaron, “nos quitaban a la niña”. Vendieron pertenencias, pagaron un vuelo a Nicaragua y, luego de una ruta infestada de bandas criminales y militares corruptos, tocaron la frontera sur estadunidense[4].
Un caso similar vivió el pastor Arcadis Solano Silvera, de la Cuarta Iglesia Bautista de Santiago de Cuba. En 2022 una oficial de la policía política lo amenazó con enviar a su hijo mayor, de 15 años en ese momento, a cumplir el Servicio Militar Obligatorio (SMO), usando el artículo 6 del Código: los menores de edad “no podrán ser separados de sus madres, padres y familiares, salvo que lo determinen las autoridades competentes en circunstancias especiales”. La familia se exilió[5].
Otro caso: desde octubre de 2023 maestros y directivos de preescolar presionaron a Ruth, de cinco años, hija del pastor Raciel Vega Matos, de la Iglesia Cristiana Bautista Familiar de Cerro y Primelles, La Habana, por llevar su Biblia a la escuela y cantar canciones cristianas durante los recreos y, luego, por no querer participar en celebraciones de Halloween, actos laudatorios de la Revolución o recitar los lemas escolares “Con la guía de Fidel, por la Patria y el Socialismo, ¡moncadistas[6] siempre listos!” y “Pioneros por el Comunismo, ¡seremos como el Che!”[7].
Como castigo, desplazaron su pupitre lejos de otros niños, a quienes se les prohibió hablarle. Ruth desarrolló trastornos psicológicos y una fobia escolar que forzó a sus padres a sacarla del sistema en marzo de 2024 y educarla en casa. Como Cuba no admite esa modalidad, les amenazaron con perder la custodia de su hija, basándose en el Código. El 23 de julio de 2024 la familia huyó del país.
En mayo de 2025 la Dirección de Protección de la Familia y Asuntos Jurisdiccionales advirtió, usando el Código, que los padres negados a inculcar en sus hijos “el trabajo educativo inherente al Sistema Nacional de Educación o a incumplir con sus deberes relacionados con el respeto y amor a la Patria” podrían perder su custodia[8].
¿Eran estos los derechos garantizados por el Código de los que hablaba una organización feminista? ¿Este era el país más justo augurado por Díaz-Canel y activistas Lgbt? Los aplaudidores callaban ante efectos reales de Código. El panorama, empero, no era del todo oscuro.
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“Varias personas me han escrito…”, ManuelVSeijido, Facebook. 5 octubre 2022. https://n9.cl/i3f45 ↑
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Citan a interrogatorio a niña de 7 años, hija de activista cubana Marisol Peña. (2023, April 13). ADN. https://n9.cl/8e52bo ↑
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“Aquí está la acusación oficial…”, mary.cobapena, Facebook, 22 marzo 2023. https://n9.cl/nrxk8s ↑
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Opositora cubana Marisol Peña Cobas llega a Estados Unidos con su familia. (2023, December 27). Cubanet. https://n9.cl/ps3fs ↑
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El Código de Familia de Cuba cumple dos años. (2024). Forb in Full. https://n9.cl/5if8t ↑
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En referencia al grupo de fidelistas que atacó en 1953 el Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba. ↑
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El Código de Familia de Cuba cumple dos años. (2024). Ídem. ↑
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América Tevé. (2025, May 14). Cuba: régimen advierte que retirará la custodia a padres que no fomenten “amor a la Patria”. América Tevé. https://lc.cx/oxY9ye ↑
