Austin Llerandi
A Mario Ramírez, por desgracia, no lo conozco en persona. Pero lo imagino con voluntad de abeja, incansable conversador, dicharachero… Después de su enorme labor para La Hora de Cuba, ha decidido emprender un proyecto del cual nos hablará hoy, en esta suerte de cara a cara digital a lo largo de la mitad del país, porque no pudo ser en un par de sillones, sentados en algún portal, saboreando un buen café.
Austin Llerandi (AL): Cuéntame, Mario, ¿cuáles son los orígenes de Memoria Cívica (MC)? Cómo surge la idea, en qué contexto de tiempo y espacio…
Mario Ramírez (MR): Hay una confluencia de orígenes. Somos, al menos en el núcleo fundacional, un grupo de amigos que desde hace años hemos coincidido en distintos proyectos de la sociedad civil cubana, como la Peña del Júcaro Martiano, Grupo Ánima, Ediciones Memoria y las convocatorias de la ONG Cultura Democrática. En algún momento entre 2023 y 2024 nos sentamos a pensar en lo que tenían en común todos estos proyectos y descubrimos que esos dos vectores, la Memoria y la Cívica, son los que nos han movido con mayor tracción en nuestra resistencia cotidiana a la realidad actual de Cuba. La unidad de estos conceptos es también, o pretende ser, una fórmula para entender mejor esa realidad y, en la medida de lo posible, transformarla.
AL: ¿Cuáles son los objetivos de MC, a corto y largo plazo?
MR: MC es una obra en marcha, pero obvio que tenemos aspiraciones dentro de lo que ya está formulado y puede verse en nuestra plataforma. Hacemos ediciones de libros, podcasts, materiales audiovisuales, artículos de reflexión, monitoreo de las violaciones a los derechos humanos en Cuba, divulgación histórica y cultural, por lo que el espectro es abarcador. Nuestra misión es promover la educación cívica y la cultura democrática entre cubanos, rescatando y valorizando la memoria histórica de la nación, y fomentando el diálogo, la reflexión crítica y la participación activa de los ciudadanos en la construcción de una sociedad más justa, informada y libre. Con ese empeño, te podrás imaginar que no pensamos en el corto plazo. La restauración de la democracia en Cuba es algo que puede tardar mucho todavía, pero en lo que podemos empezar a trabajar ya.
AL: El 1ero de septiembre estrenaron podcast, en un formato que definen como “un espacio donde cuatro amigos (…) se reúnen para explorar y debatir sobre historia, cultura, literatura, política y mucho más”. Háblanos de quiénes son estos cuatro amigos, sus principales inquietudes, cómo llegan al proyecto, etcétera…
MR: El podcast es Hablando de Memoria y los cuatro amigos son el Consejo de Dirección de MC: Alenmichel Aguiló, historiador y jurista devenido podcaster; Luis Carlos Hernández, desarrollador de web y periodista, también podcaster; José Luis de Cárdenas, artista plástico y el principal responsable de nuestra identidad visual; y bueno… yo. Los cuatro tenemos una inquietud común: Cuba, y muchísimas diferencias en cuanto a criterios y ritmos de trabajo. Y de eso va el podcast, de recordar —¡memoria!— que algunos en la isla conservamos la fe en la cultura del debate. Ese diálogo alguna vez fue nacional y su enorme poder ayudó a construir una República a la que dejamos de atender, precisamente por quedarnos mudos ante la imposición del criterio totalitario. Pero en MC queremos hablar y escuchar al otro, que es la mejor manera de escucharnos.
AL: Coméntanos de tu libro La condición cívica. ¿Qué artículo entre todos te satisface más?
MR: He escrito periodismo independiente durante más de cinco años. En ese quinquenio además alterné la escritura con la edición de textos periodísticos en La Hora de Cuba y la edición de libros, de modo que me ha tocado ser un lector activo del pensamiento cotidiano de mis cofrades. En La condición cívica reúno aquellos textos que escribí con carácter reflexivo, pero imbuidos sobre todo por el civismo de medios como este. No creo en un periodismo neutral en Cuba; creo en los periodistas que son activistas de la verdad, y que luchan, con esa verdad, por acercarnos a la hora definitiva de Cuba. En cuanto a la crónica que da título al libro, fue el descubrimiento de que hay que asumir la condición cívica como la variante más asequible de la condición humana, cuando se vive en un contexto como el nuestro. Me quedo con ese artículo.
AL: Veo que los posts en MC son bastante diversos, pero, ¿qué otro tipo de contenidos quisieras integrar al proyecto?
MR: Uno de los propósitos de MC es pasar de la plataforma digital al espacio físico. En estos momentos exploramos esa posibilidad, no sólo por extender el círculo de nuestra comunidad, sino para hacer biunívoco el diálogo con la sociedad civil. Charlas, conferencias, eventos culturales, todo lo que ayude a esa anagnórisis social que nos debemos los cubanos, está en el campo de interés del proyecto.